sábado, 3 de septiembre de 2011

Emociones y enfermedad

Cómo afectan las emociones a los diferentes órganos del cuerpo

por carlota elena guerrero
            Según la MTC (Medicina Tradicional China) hay una relación mutua entre los órganos y las emociones: el Corazón se relaciona con la alegría; el Hígado con la ira; los Pulmones con la tristeza y la preocupación; el Bazo con el "darle vueltas y vueltas a la cabeza" y los Riñones con el miedo. Cuando estas emociones son intensas y se prolongan en el tiempo provocan un desequilibrio energético que a la larga afectará al órgano relacionado. Del mismo modo, cuando ese órgano en cuestión esté funcionando mal desencadenará un desequilibrio emocional particular. Así, una disfunción en los Riñones puede provocar miedo y pánico; a su vez una tristeza muy grande que se prolonga en el tiempo puede desencadenar en un estado asmático.  
Expresar las emociones, ya sean tristes o alegres, no perjudica a los órganos si es algo momentáneo y moderado. Incluso la alegría aunque es una emoción beneficiosa para la salud también debe moderarse ya que el exceso de alegría termina dañando al corazón. No confundamos alegría con felicidad. La primera es una emoción, la segunda un sentimiento; podemos sentirnos felices y en paz sin experimentar alegría.   >>>
          Según la MTC las emociones guardan relación con las estaciones: la primavera es la estación del hígado y de la ira: es entonces cuando sentirnos enfadados no nos afectará mayormente a la salud; el verano es la estación para sentirnos alegres; el otoño es la estación de la tristeza y el invierno la del temor y el recogimiento exterior e interior.
          Creo yo, que lo bueno de las emociones adversas es que gracias a ellas podemos apreciar y valorar las emociones que nos hacen sentir bien. Gracias a los contrastes podemos diferenciar lo malo de lo bueno, lo bello de lo feo y lo que nos hace bien de lo que nos hace mal.

          Para cuidar nuestro estado emocional debemos resolver todo lo que esté causando algún desorden en nuestras vidas, ya sean los afectos, problemas familiares, problemas en el trabajo, cuestiones íntimas y personales como falta de autoestima, falta de realización personal, etc.

          Lo que yo hago y tal vez les sirva, es tomar papel y lápiz y trazar dos columnas; en una de ellas anoto los pros y en la otra los contras de cualquier situación que me esté molestando y afectando mis emociones. De esta forma hago un balance, si veo que los pros son más que los contras y debo mantener la situación a pesar del malestar que me esté causando, lo asumo y decido a conciencia y con total libertad seguir adelante, pero siempre concentrándome en los beneficios y no en los perjuicios que la situación me provoca. Si por el contrario veo que recibo poco a cambio de un gran sacrificio procuro deshacerme de tal situación.
          Y, como dice un refrán chino: "Si el problema tiene solución para qué me voy a preocupar; si no tiene solución, no tiene sentido preocuparme".

          Otra cosa que ayuda mucho es tomar la vida con filosofía. 
Buda enseñó que el origen del sufrimiento se encuentra en el deseo y en la aversión. Es decir: cuando queremos obtener algo y no lo conseguimos sufrimos; cuando no queremos aceptar algo irremediable de nuestras vidas y nos oponemos vehementemente a ello en lugar de aceptarlo, sufrimos. Cuando las cosas se ponen demasiado complicadas en la mente y comenzamos a sufrir por no poderlas resolver lo mejor es soltarlas. Pero soltarlas desde las emociones; esto no significa que no vayamos a luchar o a perseguir un sueño, sino simplemente no apegarnos a ello.
Nos ocupemos, no nos preocupemos y estaremos más sanos.

          En la Clasificación de los alimentos según la MTC podemos ver que lo que comemos afecta energéticamente a nuestros órganos y por ende a nuestras emociones. Así, podemos intentar balancear las emociones con lo que comemos dejando de lado temporalmente aquellos alimentos que pudieran agravar una emoción. Por ejemplo, el sabor ácido tonifica el hígado y por lo tanto deberíamos evitarlo si estamos muy enfadados; el sabor picante aumenta la energía de los pulmones como así también los alimentos de color blanco, por lo que deberíamos evitarlos si estamos particularmente tristes por algo.

          Tenemos derecho a ser felices. Resolvamos cada situación de nuestras vidas de modo que nuestra consciencia esté tranquila, satisfecha, en paz. Este es el mejor antídoto contra la enfermedad. La satisfacción y felicidad en la vida son necesarias para fortalecer el sistema inmunitario y  generar endorfinas que den salud a nuestro cuerpo.
          Si esperamos a tener todo lo que deseamos para ser felices nunca lo conseguiremos. Cuanto antes tomemos consciencia de nuestras propias limitaciones y de lo limitado que es todo lo que el mundo nos ofrece, más pronto empezaremos a disfrutar de lo que tenemos ahora. Si vemos el lado positivo de todo lo que nos rodea encontraremos mil y un motivos para ser felices y sentirnos muy afortunados.