miércoles, 11 de julio de 2012

El Yin - Yang y su aplicación en la Medicina China

 por carlota elena guerrero
          Las energías Yin y Yang del universo que nos rodea nos influyen y determinan la condición Yin y Yang de nuestro organismo.
          El cosmos y en particular el sol con su calor nos aportan energía Yang mientras que la tierra, fría, nos aporta energía Yin.
           En el ser humano el Yang se absorbe principalmente a través de la parte más alta de la cabeza  mientras que el Yin se absorbe a través de los pies.
          Es curioso que a la cabeza, que es la parte del cuerpo más expuesta al sol, no llegue ningún meridiano Yin de acupuntura y que al igual que la espalda sólo esté compuesta por meridianos yang. 
         Los meridianos yang de acupuntura que recorren la espalda tienen la función de proteger al cuerpo de patógenos externos. Cuando sentimos frío naturalmente nos curvamos hacia adentro, también los animales se enroscan hacia adentro para protegerse del frío: la espalda es como un caparazón Yang que nos protege.
         De acuerdo a estos conceptos, cada parte del cuerpo tiene un carácter predominantemente Yin o Yang de acuerdo a la posición en la que se encuentra respecto a otras partes. La mitad superior del cuerpo es Yang mientras que la inferior es Yin; el tórax es Yang respecto al abdomen pero Yin respecto a la cabeza.  
          Las partes internas del cuerpo son Yin frente a las externas que son Yang; el frente del cuerpo es Yin, la espalda Yang; la parte posterior y lateral de los miembros es Yang, la anterior y medial es Yin.

Fisiopatología del Yin y el Yang
          El concepto del Yin - Yang probablemente es la teoría más importante de la Medicina china. Tanto la fisiología como la patología pueden entenderse a través del Yin Yang y cualquier tratamiento podría reducirse a cuatro estrategias basadas en esta teoría:
_ Tonificar el yang.
_ Tonificar el Yin.
_ Reducir el Yang.
_ Reducir el Yin.
         Para reconocer los desequilibrios del Yin y el Yang debemos primero conocer sus manifestaciones en el cuerpo y la mente.
         Algunas manifestaciones generales del Yin y Yang que se tendrán en cuenta al diagnosticar son las siguientes:
YANG
YIN
CALIENTE
FRÍO
ROJO
PÁLIDO
AGITACIÓN
TRANQUILIDAD
EXCITACIÓN
INHIBICIÓN
RAPIDEZ
LENTITUD
SEQUEDAD
HUMEDAD
DURO
BLANDO
MOVIMIENTO
QUIETUD

         De acuerdo a esto, un exceso de Yang en el cuerpo se manifestará como calor, mientras que un exceso de Yin lo hará como frío; una persona con exceso de Yang sentirá calor, mientras que otra con exceso de Yin sentirá frío.
         Podemos ordenar las principales manifestaciones clínicas según los principios generales del Yin y el Yang en los siguientes:

YANG
YIN
Enfermedades agudas     
Enfermedades crónicas
Se manifiesta súbitamente  
Se manifiesta lentamente
Cambios bruscos en la patología
Cambia lentamente
Agitación e insomnio  
Somnolencia y languidez
Se destapa para dormir   
Le gusta taparse
Se acuesta extendido/a    
Se enrosca para dormir
Miembros y cuerpo caliente   
Miembros y cuerpo frío
Rostro rojo                   
Rostro pálido
Desea beber cosas frías    
Desea beber cosas calientes
Voz alta y habla mucho 
Voz baja sin deseo de hablar
Respiración fuerte       
Respiración débil
Tiene sed    
No tiene sed
Orina oscura y escasa   
Orina clara y abundante
Estreñimiento    
Heces sueltas
Pulso lleno y rápido       
Pulso débil y lento
Lengua roja con saburra amarilla
Lengua pálida sin saburra

         Estas manifestaciones no siempre se encuentran en estado puro sino que pueden alternar o mezclarse entre sí debido a que las patologías suelen ser complejas y la mayoría de las veces suelen evolucionar a partir de patologías previas sin resolver. Por eso es necesario observar cuidadosamente la totalidad de los síntomas para decidir el diagnóstico y el tratamiento a seguir.
         Algo importante a tener en cuenta es que una insuficiencia de Yin o de Yang hará ver a su contrario como en exceso sin que éste lo esté realmente. Es decir, si hubiera una insuficiencia de Yin, el Yang parecerá estar en exceso, pero este exceso no será real sino relativo respecto al Yin, ya que será el Yin el que está en deficiencia pero el Yang estará en un nivel óptimo. En este caso tendremos que tonificar el Yin y no tocar para nada al Yang.
         Pongamos un ejemplo: una persona ha tenido una hemorragia con gran pérdida de sangre, afectando al Yin lógicamente; es posible que él o ella hable mucho y rápido lo cual es una manifestación clara de un exceso de Yang, pero seguramente su voz será débil y titubeante manifestando una insuficiencia real de Yin y un exceso relativo de Yang. En este caso se deberá trabajar tonificando el Yin sin tocar el Yang; éste se acomodará solo cuando hayamos corregido la deficiencia de Yin.
        Otra cosa a tener en cuenta es que una enfermedad del Yin con el tiempo terminará afectando al Yang y viceversa. Por eso es importante actuar con prontitud.